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NUEVO LAREDO.- El Cabildo autorizó vender bienes municipales considerados inservibles, entre ellos señalizaciones de diferentes tamaños y nombres de calles que quitaron para poner las de color guindo, además de artículos que usaba la anterior administración municipal.
La propuesta la presentó la segunda síndica, Imelda Mangín Torre, y posteriormente el cabildo aprobó la enajenación patrimonial de diversos bienes muebles.
La propuesta la presentó la segunda síndica, Imelda Mangín Torre, y posteriormente el cabildo aprobó la enajenación patrimonial de diversos bienes muebles.
“El listado consta de múltiples artículos declarados inservibles por la Dirección de Patrimonio, y a su vez verificados y validados mediante acta circunstanciada de verificación de bienes propuestos para ser dados de baja, expedidos por la secretaría de Contraloría y Transparencia”, expresó la síndica.
Los materiales que se venderán son señalización de diferentes tamaños, nombres de calles, 75 postes de alumbrado público, 28 placas de cemento, y juegos de parque de diferentes modelos, 52 rejas metálicas CIAC, 10 postes para medidor de luz, postes galvanizados de alumbrado y señalizaciones, nueve postes de concreto, 23 tubos de alcantarilla de pvc.
Además, cinco bancas metálicas verdes, cuatro maceteros de madera de 2×2 metros, lámparas, componentes electrónicos contenidos en tres botes de basura, dos botes con pedacería de metal, luminaria de concha y led, cinco techumbres de Pies Mojados, ocho botes de basura público color naranja.
También 57 barricadas amarillas, 1 alcantarilla, 29 unidades de pedacería de aluminio, dos botes de basura con pedacería de fierro, 10 barricadas naranjas, dos pilares rectangulares metálicos y 35 bebederos.
Lo anterior surge de la petición realizada por el secretario de Servicios Públicos Primarios, Horacio Seoane, explicó la síndica.
“Toda vez que resulta necesario llevar a cabo un proyecto de limpieza interna, con el objetivo de optimizar en su totalidad los espacios con los que cuenta esa dependencia municipal.
“Con ello poder contar con la posibilidad de actualizar los libros contables bajo el resguardo de la Tesorería y Finanzas, para así dar el debido cumplimiento requerido por las leyes de contabilidad y transparencia, así como los demás ordenamientos legales aplicables”, detalló.
