NUEVO LAREDO.- Noviembre ha sido un mes difícil para los empresarios del comercio exterior y logística, con las constantes caídas del sistema en la Aduana mexicana, y manifestaciones en los accesos y salidas al Puente Internacional del Comercio Mundial.
Las pérdidas económicas no se han cuantificado, pero Rosa María Alvarado Monroy, presidenta de la Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo, informó que por cada hora de retraso, los transportistas cobran 20 dólares en cada tráiler.
Sumado es una gran cantidad, pues diariamente cruzan más de 14 mil tráileres en ambos sentidos, y la espera es mayor a cinco horas cuando se cae el sistema. Aparte de las pérdidas porque la mercancía no llega en tiempo a su destino.
“Ustedes saben que cualquier retraso en el cruce de mercancía tiene un impacto muy negativo para la ciudad, para la operación, para el comercio, para la economía nacional. Entonces sí, las caídas del sistema y este tipo de cosas que son paros, pues claro que nos afecta”, expresó la presidenta de la asociación.
La intervención de la Presidenta Municipal, Carmen Lilia Canturosas Villarreal, logró que se reabriera el cruce fronterizo luego de algunas protestas, pero el daño ya se había hecho a la economía, aunque pudo ser peor.
“Hay una manera muy sencilla de calcular las pérdidas, en base a la tarifa que nos cobra el transfer por cada hora extra que se tarde el despacho. Son 20 dólares, si tú calculas 20 dólares por trailer por todos los trailers por hora, así de impacto te da una cifra impresionante sin considerar todo lo demás que puede repercutir”, explicó Alvarado Monroy.
Aparte de las caídas del sistema, están los apagones que afectan la actividad en el cruce fronterizo de carga, aunque estos se dan principalmente en la temporada de verano, cuando hay mayor demanda de electricidad.
Alvarado Monroy reconoció la labor de las autoridades municipales en el caso de los bloqueos por parte de manifestantes.
“Todos vimos que la presidenta inmediatamente se movilizó, estuvieron mandando ahí unas delegaciones, finalmente logró convencerlos de que se retiraran y empezó a fluir el tráfico porque estuvo intermitente, dejaban pasar unos, muy poquitos, y sí se hizo un caos”, mencionó Alvarado Monroy.