LAREDO, TEXAS.- Tuvieron que pasar varios meses para que un hombre fuera enviado a la cárcel, al ser acusado de cometer abuso sexual contra dos menores en múltiples ocasiones.
Fue identificado como Ángel Ramírez, de 30 años, recibiendo dos cargos por indecencia expuesta con un menor, dos más por abuso sexual continuo y otros seis por asalto sexual agravado contra un niño.
El caso salió a la luz el 16 de enero de este año, cuando oficiales de LPD respondieron a un disturbio doméstico registrado en la cuadra 4900 de San Miguel Driven. Ahí, Ramírez acusó que una mujer lo encaró acusándolo de ‘tocar’ a sus dos hijas.
La madre de las menores denunció que el detenido pidió a las niñas le rascaran la espalda, a manera de pretexto para después perpetrar un ataque sexual.
No obstante a las acusaciones, Ramírez negó haber tenido contacto sexual con las niñas, pero sí admitió haberles pedido le rascaran la espalda.
Sin embargo, macabros detalles saldrían a la luz en una entrevista con especialistas forenses, a quienes revelaron las víctimas cómo el detenido abusó de ellas en más de una ocasión.
Para el 9 de febrero Ramírez acudió voluntariamente a la sede de LPD para un interrogatorio, negando una vez más que nunca había tocado a las menores.
En la misma entrevista agregó que cinco días después de que las niñas explotaran en llanto por lo ocurrido, intentó suicidarse con un pedazo de vidrio por lo que pasó un mes en una institución de salud mental en Edimburg.