Sacerdotes en Catedral del Espíritu Santo de Nuevo Laredo.

PREOCUPA A IGLESIA LARGA ESPERA PARA TENER NUEVO OBISPO

NUEVO LAREDO.- La Diócesis de Nuevo Laredo ya tiene más de 1 año sin obispo, lo cual es sorpresivo para la comunidad católica, pues en anteriores ocasiones no pasaban más de seis meses cuando nombraban a uno nuevo.

El Padre Jesús Alberto Tijerina Bernal, pro Vicario general, pidió a la feligresía mantener sus oraciones para que, a la mayor brevedad posible, el Papa Francisco nombre a una persona para dirigir la Diócesis de Nuevo Laredo.

“Estamos viviendo como diócesis algo histórico porque nunca habíamos tenido tanto tiempo la ausencia de pastor, y es un desafío en todos los sentidos.

“Los invito a que sigamos orando para que pronto el Papa Francisco nos nombre un obispo, sin embargo todos hemos experimentado que hemos seguido caminando y esto habla de que somos una Iglesia madura, que somos una Iglesia que camina con responsabilidad”, declaró.

Gracias al esfuerzo de todos los que forman parte de la diócesis, han podido salir adelante en lo económico, en la evangelización y en cada una de las actividades agendadas como obras sociales, obras de evangelización, catequesis, cursos y retiros.

Por ello también pidió orar por quienes están al frente de la diócesis actualmente, en tanto llega el nuevo pastor, a fin de que tengan la capacidad de tomar buenas decisiones y mantener las actividades normales
“Que oren por nosotros los sacerdotes, las religiosas, para que podamos seguir trabajando con fe.

“Hemos trabajado arduamente, ciertamente en este sentido de la presencia de la autoridad, del impulso que un obispo da a la diócesis indiscutiblemente nos ha hecho mucha falta, sin embargo no hemos parado, y eso es debido a la responsabilidad de todos”, afirmó.

Esta tardanza en el nombramiento de un nuevo obispo se debe a procesos internos de la Santa Sede, de los cuales no tienen conocimiento, por ello no pueden responder cuando los fieles preguntan cuándo llegará el titular de la diócesis.

“Quizá somos los primeros en estar sorprendidos, pensábamos que iba a ser el mismo patrón de años anteriores, y bueno, pues lo único que sabemos es que el Santo Padre Francisco ha sido muy diligente, muy atento de elegir a quienes pastorean a la iglesia, y pues sus razones habrá”, aclaró.

Lo importante es seguir en comunión, con la ayuda de Monseñor Rogelio Cabrera, de la arquidiócesis de Monterrey, quien es administrador local mientras se está sin titular. Sin embargo, pocas veces puede venir a la ciudad, para no descuidar su trabajo en Monterrey.

“Está al pendiente de nosotros, pero imagínense estar en la arquidiócesis de Monterrey y luego venir para acá, ha sido un gran desafío, pero lo hace con mucho amor, con mucha humildad.

“Y ahí vamos, jamás va a ser lo mismo estar así en esta situación, sin embargo, gracias también al gran apoyo de don Rogelio y a todos, seguimos caminando, y pues esperar”, mencionó.

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