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NUEVO LAREDO.- El jueves 21 de septiembre se convocó a padres de familia a una junta de carácter informativo en la explanada de la Escuela Secundaria número 57.
El objetivo era seleccionar cinco suplentes para la Asociación de Padres de Familia, APF, e invitarlos a participar en la limpieza de la escuela como parte de un plan de actividades para tratar de limpiar la imagen del director, Víctor Manuel Medina Rentería, con trabajo en equipo de padres de familia luego de los señalamientos que hicieron este año en su contra.
Sin embargo, no ocurrió como esperaba, porque en lugar de aceptar limpiar la escuela, le empezaron a hacer reclamos.
Es la primera vez que se les convoca para una rendición de cuentas, y se hizo en la cancha del plantel, sin sillas dónde sentarse, con una bocina que apenas se entendía lo que se decía.
Por este motivo la junta no llegó a su cometido, pues los padres empezaron a cuestionar al director sobre quiénes conforman la APF, y nadie sabía quienes son.
“Luego lo empezaron a cuestionar sobre qué está haciendo con lo que entra de las inscripciones, y con voz suave como corderito intentó desviar la atención para evadir una respuesta sobre dónde está el dinero de las inscripciones y el porqué la escuela está en esas condiciones”, explicó una de las mamás que asistió.
Los baños de la secundaria están siempre sin papel, tampoco hay jabón para lavarse las manos, aseguró, lo cual ya se hizo público, peor no se ha solucionado.
Los padres presentes se negaron a asistir a hacer limpieza en el plantel, pues consideran que la escuela tiene personal de intendencia para hacerlo.
“Si este no es suficiente, hay dinero para pagar que se limpie en su totalidad y pinte todo el edificio como es debido. Hace tiempo el director permitió la entrada a reporteros para cambiar su imagen y hacer creer que dirige bien la escuela.
“Pero olvida que su obligación es hacer que los responsables, como personal de intendencia, hagan su trabajo a tiempo, es decir, la escuela debe recibirse limpia y pintada al inicio del ciclo escolar, y no esperar que inicien las labores para utilizar a los padres”, declaró.
Además, el director no tiene atenciones de festejos como festivales del día 10 de Mayo, graduaciones, entrega de diplomas u otras actividades. Tampoco cuida de los alumnos, pues cada vez que puede lucra con el poco dinero que llevan para gastar.
“Hace rifas fantasmas condicionando su calificación de la asignatura de Español en el turno vespertino, si no compran boletos”, aseguró otra mamá.
La venta de boletos se hace con la promesa de que habrá mejoras en los salones, pero jamás llegan dichas mejoras.
Y por si fuera poco ya están iniciadas las clases y los alumnos no tienen sus libros de texto gratuitos, los libros se entregan en receso de periodo escolar.
Esto como consecuencia de la visita el lunes nueve de septiembre de autoridades de Ciudad Victoria, Tamaulipas, quienes llegaron puntuales por la mañana a realizar una auditoría al director Víctor Manuel Medina Rentería, quien posiblemente fue alertado por una persona.
“Desde muy temprano ya estaba presente en la institución, cosa que normalmente no sucede, y como era de esperarse también alertó a maestros y administrativos que no cumplen con su jornada laboral, casualmente ese día también estaban ahí.
“El resultado de la auditoría fue evidente, se llevaron evidencias como fotografías, testimonios, hubo revisión y encontraron que en esa escuela no se cumple con el trabajo que debe ser, un total de 90 profesores que integran la plantilla de la escuela, pero no están presentes, y como dice el director: no faltan alumnos, sobran maestros”, dijo un padre de familia.
En conclusión, a diario los alumnos dejan limpios sus salones, pues es obligatorio hacer el aseo antes de retirarse para que los alumnos del siguiente turno reciban el salón limpio.
Y los patios deben de estar limpios por personal de intendencia, sin embargo, los alumnos reciben los patios sucios, pues siguen habitando canes dentro de la escuela, los cuales tiran la basura de los contenedores.
Por lo tanto, la estrategia de invitación a la limpieza por parte de los papás, es un fracaso. Quienes hicieron el trabajo de limpiar fueron los propios alumnos.
