NUEVO LAREDO.- Las dos principales causas de muerte en Nuevo Laredo son los ataques al miocardio y cáncer, pero en la ciudad no hay un hospital que atienda estos padecimientos.
Por ello es necesario que el nuevo Hospital General que se construirá en esta ciudad, tenga un área de cardiología y que se reactive el Hospital Oncológico, señaló el doctor Francisco Mejía, presidente de la Comisión de Salud en el Consejo de Instituciones.
“Se nos está muriendo la gente en la ciudad de infartos agudos al miocardio y de problemas oncológicos en sus diferentes variedades, mama, matriz, etcétera, entonces tenemos que tocar esos dos puntos.
“Esos serían dos puntos fundamentales para encaminarnos a un tercer nivel, piezas claves; si ya está el Oncológico, reactivarlo o definitivamente reubicarlo dentro del nuevo hospital”, indicó.
En su momento se planteará, como Consejo de Instituciones, a las autoridades que tienen el proyecto del nuevo hospital para Nuevo Laredo, a fin de que realmente sea de beneficio para la comunidad, y bajar el índice de mortalidad.
Ya es tiempo de que Nuevo Laredo crezca de manera ordenada, y en salud que no sea la excepción, mencionó el doctor Mejía.
Para ello se requiere pensar primero en las causas de morbilidad y mortalidad, y en el caso de esta ciudad, apremian las enfermedades del corazón y el cáncer.
“Debemos de pensar ya en poner una unidad cardiovascular de atención al público en general en el nuevo hospital, y la reactivación del Hospital Oncológico también es fundamental, basado en que las dos primeras causas de defunción son infarto y cáncer”, destacó Mejía.
El Centro Oncológico funciona parcialmente, no en su totalidad, aclaró, y el paciente con problema cardiovascular se atiende ya cuando tiene el infarto y se dan cuenta de que necesita un cateterismo.
“Entonces qué es lo que tenemos qué hacer, una unidad cardiológica de carácter sobre todo preventivo y, eventualmente, curativo cuando tengamos lo necesario aquí, te digo eventualmente porque son equipos muy sofisticados y de alto costo, aparte del personal que va a manejar esta unidad”, declaró el médico.
La propuesta es instalar una unidad cardiovascular en el nuevo hospital, que incluya desde toma de presión arterial hasta una valoración por electrocardiograma, un ecocardiograma, prueba de esfuerzo y la valoración de un cardiólogo que estime el riesgo cardiovascular que tiene el paciente.
“Ahí podemos detectar los riesgos que tú tienes y hacer las medidas correctivas que detectemos en el momento y, ya sea que se cure en el momento aquí, que se ataque en el momento aquí, se les dé manejo, o bien que requieran atención en un tercer nivel.
“Con estos dos tipos de situaciones, si tenemos esta clínica preventiva podemos disminuir en gran medida las muertes por infartos agudos al miocardio, y que no llegue el paciente a las unidades hospitalarias ya infartado”, explicó Mejía.